¿Cómo se encuentra la sanidad en post-pandemia?

Observatorio de Sanidad de FEDEA. Quinta edición.

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Foto: Montecruz Foto

El Observatorio de Sanidad de Fedea, publicado recientemente, analiza la situación sanitaria española y en perspectiva comparada a través de 29 indicadores de salud y bienestar, relacionados con el estado de salud de la población, los indicadores de riesgo para la salud y los de gasto en sanidad. En este post hacemos un análisis de los hechos más salientes en la evolución de estos indicadores en el escenario post-pandemia. Para un análisis más completo recomendamos consultar el informe completo.

Indicadores del estado de salud

Los indicadores más generales del estado de salud de la población siguen teniendo buen desempeño, por ejemplo, la esperanza de vida que se recupera después de la caída observada en 2020 a causa de la pandemia (cuando cae 1,6 años respecto de 2019). Asimismo, continúa siendo una de las mejores de Europa e incluso a nivel mundial (83,3 años en 2021 frente a 80,3 años de la OCDE).

Otro indicador destacable es la tasa bruta de mortalidad que sitúa a España entre las menores a nivel mundial. También, cabe destacar el indicador de mortalidad infantil, que sigue en una senda decreciente, que lo posiciona entre los mejores entre los países avanzados.  

Por otra parte, algunos indicadores muestran una tendencia negativa como la esperanza de vida en buena salud (Gráfico1), que se define como el número de años esperados que vive una persona en ausencia de limitaciones funcionales o de discapacidad. En el promedio de la UE, se ha perdido un poco más de un año tanto en varones como en mujeres respecto a los niveles pre-pandemia, mientras que otros países como España la pérdida supera ampliamente dicho nivel. Esperamos que la mayor parte del efecto (del que no descartamos un origen parcialmente estadístico) sea transitorio y que el shock sea absorbido en el futuro inmediato.

Gráfico 1: Esperanza de vida en buena salud al nacer por sexo. Países seleccionados Unión Europea (UE). 2017-2021

Fuente: Eurostat. Cortes en serie: 2019: Bélgica. 2020: Dinamarca, Alemania, Irlanda, Francia y Luxemburgo.

Indicadores de riesgos para la salud

Dentro del grupo de indicadores de riesgos para la salud, los relacionados con el consumo de tabaco siguen en senda positiva. Los últimos datos confirman que en 2020 (último año disponible para España) el 20% de la población española de 15 o más años es fumadora diaria, 2 décimas menos que en 2017. Además, la tasa de obesidad cae considerablemente en 2020 respecto de 2017 y esperamos que continúe en dicha tendencia en el próximo futuro. Otros indicadores vuelven a generar preocupación después de la pandemia, como los accidentes de tráfico (Gráfico 2) y la frecuencia de los accidentes de trabajo que habían experimentado un retroceso con la pandemia y que se han reactivado con posterioridad a la misma.

Gráfico 2: Víctimas de accidentes de tráfico. Variación interanual del número de víctimas. España. 2008-2021

Fuente: Dirección General de Tráfico.

Indicadores de gasto sanitario

Los últimos datos del año 2022 del gasto sanitario corriente como porcentaje del PIB (provisionales o estimados) posicionan a España mejor que el promedio de la OCDE, 10,5% frente al 9,3%. Aunque en cuanto a su evolución, se percibe un descenso de 3 décimas en 2022 (estimadas de momento) respecto de 2021. Mención específica merece el gasto farmacéutico, ya que si bien el gasto farmacéutico general parece controlado el gasto farmacéutico hospitalario sigue una senda de crecimiento sostenido, debido principalmente al componente de tratamientos oncológicos, que crecen año a años, muchas veces sin una evidencia clara de coste-efectividad que soporte su introducción.

Indicadores de empleo y salarios

En materia de empleo, el porcentaje de ocupados en el sector sanitario se mantiene estable post-pandemia. El sector ocupa alrededor del 6,2% del total de ocupados en la economía españolar, un porcentaje similar al promedio de la UE. Además, aunque se ha frenado sustancialmente el crecimiento del empleo observado inmediatamente después de la pandemia, en segundo trimestre de 2023 aún era del 3% respecto del mismo trimestre del año anterior.

Por otra parte, los datos de la MCVL, probablemente producto de la reforma laboral, revelan una recuperación de la fracción de empleo indefinido en el sector  y por consiguiente una caída de la fracción de empleo temporal hacia finales de 2021. Asimismo, los salarios del sector, tanto en niveles como relativos, muestran un cierto repunte hacia finales del año 2021 que se consolida en 2022. Sin embargo, se mantiene el descontento en el sector con el nivel salarial, ya que durante la pandemia y también después de la misma, aumentó considerable el nivel de esfuerzo requerido sin aparente compensación salarial. Y ello a pesar de que la evidencia comparativa nos revela que, por ejemplo, el salario relativo de los médicos se encuentra ligeramente por encima del promedio OECD para los médicos de cabecera y ligeramente por debajo para los especialistas.

Valoración del sistema sanitario y las listas de espera

Los datos del Barómetro Sanitario 2022 señalan un cierto debilitamiento en la percepción y valoración del sistema de salud por parte de los ciudadanos en el escenario post-pandemia. Para el año 2019, si sumamos los porcentajes de la población que afirman que el sistema funciona bastante bien y aquellos que afirman que está bien, pero que son necesarios algunos cambios, el total asciende a un 72%, cifra superior al año 2018 (68%), y la más alta registrada desde el año 2011. Desafortunadamente el dato más reciente no es tan alentador, ya que revela una caída en el indicador de 15pp para 2022.

Asimismo, la situación de las listas de espera según las estadísticas oficiales muestra un empeoramiento debido al aumento del número de pacientes en espera estructural del 12% en 2022 respecto de 2021. Dicho empeoramiento se alinea con la percepción de que el problema de las listas de espera ha empeorado según el Barómetro Sanitario.

Resumen situación COVID-19

En promedio en los países de la OCDE, la mortalidad atribuible al COVID-19 pasó de 1.048.860 personas en 2020 a 739.724 en 2022, una bajada del 30% en el número de muertes (54 muertes por 100.000 habitantes). Para España, la bajada fue aún más considerable del 47%, registrándose en el año 2022 27.147 muertes (57 muertes por 100.000 habitantes). Asimismo, el nivel de cobertura de vacunación del COVID-19 sigue siendo alto, el 92,6% de la población mayor de 12 años (datos a junio de 2023).

Por otra parte, la tasa de casos confirmados de COVID-19 en la población de 60/65 años por cada 100.000 habitantes (incidencia acumulada en los últimos 14 días) se fue reduciendo considerablemente a nivel nacional, siendo el punto máximo en 2021 de 535 casos por cada 100.000 habitantes y en la actualidad de 72 por 100.000 habitantes.

Reflexiones finales

En términos generales, la situación sanitaria en la España post-pandemia, respecto a la situación previa, no ha sufrido un deterioro considerable a la luz de los indicadores presentados. Del total de 29 indicadores analizados, 13 reflejan una situación positiva, 13 preocupante, 3 negativa y ninguno muy negativa. Sin embargo, las excepciones más notables a la evolución general positiva la constituyen los indicadores de años de vida en buena salud, las listas de espera, el gasto farmacéutico hospitalario y el desgaste de los profesionales del sector, que no siente que su esfuerzo durante la pandemia haya sido compensado, siquiera salarialmente. En esta pequeña reflexión, no debemos dejar de mencionar otros problemas de importancia que aquejan al sector y que no se reflejan estrictamente en los indicadores disponibles como los problemas de indefinición de la gobernanza y el deterioro de la (percepción de la) calidad asistencial.

Referencias

OECD (2023), “Health at a Glance 2023: OECD Indicators”, OECD Publishing, Paris.

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