Esta entrada resume los principales resultados del “Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles. Noveno informe – 2022”, publicado en la colección de Estudios sobre la Economía Española, 2025/02. El Informe se integra en el Observatorio que viene publicando Fedea desde 2016, y que, hasta este momento, cubre los años 2013 a 2022. El estudio abarca a los hogares residentes en las diecisiete comunidades autónomas y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En el informe que ahora se presenta se estima, para el año 2022, el impacto distributivo sobre los hogares residentes en España de las prestaciones públicas, monetarias y en especie, y el sistema fiscal. Las prestaciones monetarias examinadas son las pensiones públicas de jubilación y de supervivencia, prestaciones y subsidios por desempleo, invalidez, enfermedad y asistencia social y ayudas al estudio, familiares y a la vivienda. Y las prestaciones en especie, la sanidad y la educación. En cuanto a los impuestos, se analizan el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades, el Impuesto sobre el Patrimonio, las Cotizaciones Sociales a cargo del trabajador o autónomo y a cargo de la empresa, el IVA, el ITPAJD, los Impuestos Especiales sobre el Alcohol y las Bebidas Alcohólicas, Hidrocarburos, Labores del Tabaco y Electricidad y el Impuesto sobre las Primas de Seguros.
A continuación, sintetizamos los resultados más relevantes de este noveno Informe:
1º. El análisis conjunto de los impuestos y prestaciones, reflejado en el Gráfico 1, muestra que los hogares pertenecientes a los tres primeros quintiles de renta (esto es, el 60% de los hogares residentes con menor renta bruta) son, en media, beneficiarios netos de la intervención pública en 2022, ya que perciben un subsidio efectivo neto (es decir, una diferencia positiva entre el importe de las prestaciones recibidas y el de los impuestos pagados). Este saldo favorable a estos hogares es decreciente con la renta bruta: desde el 85,4% de la renta bruta para el primer quintil, al 15,9% para el tercero. Los hogares ubicados en los dos quintiles superiores (es decir, el 40% con más renta bruta), son contribuyentes netos, ya que, para ellos, esa diferencia entre prestaciones e impuestos es negativa: desde el -4,7% para el cuarto quintil hasta el -23,6% para los centiles 91 a 99 y el -18,1% para el 1% con mayor renta bruta. Por lo tanto, el saldo neto de la intervención pública en España, a través de impuestos y prestaciones públicas, deja de ser progresivo en el último tramo de la escala de rentas brutas, al presentar el 1% de los hogares con mayor renta un porcentaje de aportación neta inferior al del resto de los hogares del último décil.

2º. En términos redistributivos, tal como muestra el Gráfico 2, la intervención pública con el conjunto de impuestos y prestaciones analizados ha reducido un 32,5% la desigualdad en la distribución de la renta de mercado de los hogares residentes en España en 2022. Las prestaciones monetarias son responsables de un 72% de esa reducción (porcentaje del que 60,2 puntos son aportados por las pensiones de jubilación y supervivencia), los impuestos, de un 2,8%, y las prestaciones en especie, del 25,2% restante.

3º. En el Gráfico 3 se observa la evolución de la desigualdad de la renta de mercado ampliada y su corrección a través de la intervención pública mediante los tres grandes bloques de instrumentos utilizados: prestaciones monetarias, en especie e impuestos. Se muestran datos para el período 2017-2022, por ser los años para los que disponemos de resultados comparables, por homogeneidad en la definición de renta bruta y en las figuras impositivas consideradas. En el Gráfico se aprecia con claridad la excepcionalidad del año 2020. También se observa que, en 2022, se producen las menores reducciones en la desigualdad de toda la serie, a través de los diversos instrumentos, a pesar de que en este año la desigualdad de la renta de mercado es la menor del período.

4º. Este informe introduce dos novedades, que pretendemos desarrollar con mayor precisión en ediciones posteriores del Observatorio. La primera es una estimación de la contribución a la reducción de la desigualdad de los gastos públicos distintos de las prestaciones monetarias o en especie ya consideradas en el Observatorio, como es el caso del gasto en los servicios públicos generales, defensa, protección del medio ambiente o asuntos económicos, entre otros. De acuerdo con nuestras estimaciones, estos gastos añaden 3,3 puntos porcentuales a la corrección de la desigualdad generada por la intervención pública, que pasa del 32,5% al 35,8%.
5º. La segunda novedad es una aproximación preliminar a la cuantificación de la desigualdad desde una perspectiva de ciclo vital, complementaria a la perspectiva anual (transversal) que adoptamos en el Observatorio desde su inicio. De manera simplificada, el enfoque de ciclo vital que seguimos elimina en la medición de la desigualdad las diferencias entre las rentas medias de las personas a distintas edades y, por lo tanto, en distintos momentos de su ciclo vital. Los resultados obtenidos muestran que la desigualdad de la renta entre hogares, antes y después de impuestos y prestaciones, es menor considerando esta aproximación de ciclo vital que adoptando una perspectiva anual. Las prestaciones monetarias ven reducido notablemente su efecto redistributivo, mientras que el gasto en sanidad y educación aumenta ligeramente su aportación a la redistribución. En el caso de los impuestos, el efecto igualador obtenido desde la perspectiva de renta anual se convierte en un efecto desigualador, como consecuencia de que los impuestos directos reducen significativamente su efecto redistributivo y los indirectos son algo más desigualadores. En conclusión, la intervención pública reduce la desigualdad en la distribución de la renta entre hogares 7 puntos porcentuales menos que cuando se adopta la perspectiva de análisis anual: un 25,5% frente al 32,5%.
Referencia
López Laborda, J., C. Marín y J. Onrubia (2025). “Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles. Noveno informe – 2022”, Estudios sobre la Economía Española, 2025-02. FEDEA, Madrid.