La evolución reciente de los indicadores habituales de ocupación apunta a una respuesta muy matizada a la pregunta que da título a este post, que se extrae del último Boletín de Fedea (de la Fuente, 2023). La situación varía significativamente dependiendo de si utilizamos datos de afiliación a la Seguridad Social, posiblemente netos de trabajadores afectados por ERTE, o las distintas series de ocupados y puestos de trabajo que proporcionan la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) y la Encuesta de Población Activa (EPA).
A estos efectos, es importante entender qué miden exactamente las distintas series de empleo que se manejan habitualmente y, en particular, como se trata en cada una de ellas a dos colectivos cuya evolución ha pesado mucho en los últimos años: los trabajadores afectados por ERTE y a los trabajadores fijos discontinuos que no están trabajando. El tratamiento de los ERTE es crucial de cara a entender el comportamiento de las distintas series en 2020 y en menor medida en 2021, y el de los fijos discontinuos gana en importancia en 2022 debido al creciente peso de estos contratos tras la reciente reforma laboral.
Cuadro 1: Tratamiento de los ERTE y los fijos discontinuos
que no están trabajando en distintas series de empleo
¿Se incluyen los siguientes colectivos en la serie? | Afectados por ERTEs Covid | Fijos discontinuos que no trabajan |
CNTR: ocupados | si | si |
CNTR: puestos de trabajo | no | no |
EPA: ocupados | si* | no |
Afiliación a la Seguridad Social | si | no |
Ocupación asalariada efectiva** | no | no |
– Notas: (*) durante la pandemia se incluyeron como ocupados los que recibían una prestación superior al 50% del salario; el criterio habitual es considerar ocupados a los que esperan reincorporarse en un plazo no superior a tres meses.
(**) Afiliaciones de asalariados en situación de alta – afectados por ERTEs-
La información relevante se resume en el Cuadro 1. En el caso de la CNTR, ambos grupos de trabajadores se incluyen entre los ocupados aunque no estén trabajando en la actualidad porque mantienen un vínculo laboral formal con la empresa. Sin embargo, los contratos de los miembros de estos colectivos no se contabilizan como puestos de trabajo. Otra diferencia entre estas dos variables es que una misma persona puede tener varios puestos de trabajo, que se contabilizarían separadamente, pero sólo puede contar como ocupada una vez. En la serie de ocupación de la EPA, el tratamiento de los ERTE es similar al de la CNTR pero, sin embargo, los fijos discontinuos se contabilizan como ocupados sólo cuando están trabajando. En el caso de la afiliación a la Seguridad Social, como en el de los puestos de trabajo de la CNTR, lo que se contabiliza no son personas sino relaciones laborales “activas”, pudiendo haber también varias relaciones por persona afiliada.[1] En la serie básica de afiliaciones (en alta laboral), finalmente, no se incluyen los fijos discontinuos que no están trabajando, a los que las empresas dan de baja para no tener que cotizar por ellos en períodos de inactividad, pero sí los afectados por ERTE (por los que la empresa y/o el SEPE han de seguir cotizando). Este último grupo, sin embargo, se excluye de la serie de ocupación efectiva. Por otra parte, la serie de afiliaciones no incluye a un número apreciable pero menguante de funcionarios (y a algunos profesionales liberales) que no cotizan a la Seguridad Social por estar adscritos al régimen de clases pasivas (a extinguir) y a mutualidades de funcionarios o profesionales.
Cuadro 2: Evolución de algunos indicadores de empleo, promedio 2019 = 100
CNTR | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 |
Ocupados | 100,0 | 95,8 | 98,2 | 100,9 |
Puestos de trabajo | 100,0 | 89,4 | 95,1 | 98,6 |
Horas trabajadas | 100,0 | 88,6 | 95,0 | 98,9 |
Afiliación a la Seguridad Social | ||||
Afiliación media total | 100,0 | 97,8 | 100,4 | 104,3 |
Empleo asalariado efectivo | 100,0 | 90,2 | 97,4 | 104,5 |
EPA | ||||
Ocupados | 100,0 | 97,1 | 100,0 | 103,1 |
Horas efectivas trabajadas | 100,0 | 88,9 | 96,2 | 100,6 |
% de ocupados con empleo secundario | 100,0 | 92,9 | 107,3 | 109,6 |
horas efectivas por ocupado | 100,0 | 90,6 | 94,8 | 95,9 |
El Cuadro 2 muestra las medias anuales desde 2019 de las variables indicadas. Como se aprecia en el Cuadro, las distintas series ofrecen visiones contrapuestas del estado de la recuperación en materia de empleo. De acuerdo con las series de afiliación, la ocupación ha superado holgadamente su nivel pre-pandemia en 2022, mientras que las demás series plantean más dudas. La EPA es más optimista que la CNTR, que en principio debería ser más fiable a estos efectos puesto que se trata de una estadística de síntesis que complementa a la anterior con otras fuentes. Dentro de cada fuente, la ocupación muestra un comportamiento mejor que las horas trabajadas.
Las dos últimas filas del Cuadro 2 recogen dos datos de la EPA que pueden ayudar a reconciliar al menos parcialmente las distintas series. Se trata del porcentaje de ocupados que tienen varias relaciones laborales (al menos una ocupación secundaria), que ha aumentado sensiblemente entre 2019 y 2022, y del número medio de horas trabajadas por los ocupados, que ha caído en algo más de cuatro puntos durante el mismo período. El vigoroso aumento de las afiliaciones, por tanto, reflejaría en parte un aumento del “pluriempleo”, pero a la vez se estaría registrando un número creciente de contratos a tiempo parcial o discontinuos que empujarían a la baja el número total de horas trabajadas, que estarían todavía por debajo de las registradas en 2019, indicando una recuperación todavía incompleta, en línea con el dato de PIB (98,7 en 2022).
Algo similar sucede con los datos de desempleo. El Gráfico 1 compara la evolución del paro registrado con la de la variable que llamaremos paro efectivo, que se obtiene sumando a la anterior los demandantes de empleo no parados conrelación laboral, una categoría en la que se incluyen fundamentalmente los afectados por ERTEs y los fijos discontinuos que se han registrado en el SEPE como demandantes de empleo. La corrección se introduce para tratar de corregir la ruptura de la serie de paro registrado generada por la reciente reforma laboral, y en particular, por la rápida transformación de contratos temporales en fijos discontinuos. El problema surge porque, a diferencia de los temporales, los fijos discontinuos no se contabilizan como parados aunque no estén trabajando en el momento de la toma de datos, incluso aunque estén cobrando prestaciones por desempleo. Aunque la forma de contabilizar a los fijos discontinuos no ha variado con la reforma, ésta sí introduce un cierto ruido que distorsionará transitoriamente la evolución de la serie y hace difícil interpretarla porque el peso de los fijos discontinuos en el stock total de contratos activos ha aumentado mucho y seguirá haciéndolo previsiblemente en los próximos tiempos.
Gráfico 1: Indicadores de mercado de trabajo, España
La evolución de los demandantes de empleo con relación laboral sugiere que la aparente mejoría del paro registrado entre 2019 y 2022 que se aprecia en el panel a del Gráfico ha de tomarse con cierta cautela. Comparando los paneles a y b, vemos que el patrón general del paro registrado y el paro efectivo en 2019 y 2022 es similar hasta septiembre, si bien la segunda variable ha tardado algo más que la primera en situarse por debajo del nivel de 2019 y la mejora con respecto a ese año es inferior. En el último trimestre de 2022, sin embargo, el patrón es muy distinto: mientras que el paro registrado se reduce y se aleja cada vez más del nivel observado en el mismo mes de 2019, el paro efectivo aumenta y vuelve a su nivel pre-pandemia a finales de año debido al rápido crecimiento del colectivo de demandantes con relación laboral (presumiblemente fijos discontinuos que no están trabajando). Con datos de la EPA (INE, 2023b) también se aprecia una mejoría, pero más reducida que en el paro registrado. Según esta encuesta, el paro cayó desde 3,2 hasta 3,0 millones de personas entre 2019T4 y 2022T4 y la tasa de paro se redujo del 13,8 al 12,9%. En esta fuente, los fijos discontinuos que no están trabajando se consideran parados sólo si no cuentan reincorporarse a su puesto de trabajo en un plazo de tres meses y están buscando empleo.
Referencias
de la Fuente, A. (2023). “Boletín FEDEA no. 21: Situación económica y respuesta a la crisis de Ucrania.” FEDEA, Estudios sobre la economía española, no. 2023-04, Madrid.
Instituto Nacional de Estadística (INE, 2021). Encuesta de Población Activa. Metodología 2021.
Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023a). Contabilidad Nacional Trimestral de España.
Instituto Nacional de Estadística (INE, 2023b). Encuesta de Población Activa.
Parlamento y Consejo de la Unión Europea (PyCUE, 2013). REGLAMENTO (UE) no. 549/2013 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 21 de mayo de 2013 relativo al Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales de la Unión Europea.
Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE, 2023a). Resumen mensual de datos estadísticos. Demandantes de empleo, paro, contratos y prestaciones por desempleo.
Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE, 2023b). Estadística de demandantes de empleo, puestos de trabajo y colocaciones.
Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS, 2023). Estadística de afiliación de trabajadores a la Seguridad Social. Informe metodológico estandarizado. Subdirección general de presupuestos, estudios económicos y estadísticas.
[1] Con las excepciones de los sistemas especiales para trabajadores del hogar y trabajadores agrarios por cuenta ajena, en los que se contabilizan personas en alta y no relaciones laborales.