Evolución de la remuneración nominal y real de los asalariados (2019-2022) después de la actualización de la CNE del INE

La remuneración de los asalariados gana peso respecto al excedente bruto de explotación y las rentas mixtas en la renta total en 2019-2022, gracias a una apreciable mejora en el empleo agregado que ha estado acompañada de una pérdida real de poder adquisitivo del salario por trabajador.

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El INE ha actualizado recientemente los datos de la Contabilidad Nacional de España para el periodo 2020-2022. Una revisión prevista y ajustada a calendario que había abierto un cierto debate sobre su dimensión apoyándose en la evolución de algunas variables utilizadas habitualmente en los modelos macroeconómicos de previsión de la actividad económica.

El resultado ha sido un no demasiado elevado incremento del PIB (+1,3% real) teniendo en cuenta las dificultades de medición de algunas variables provocadas por el Covid 19. El crecimiento nominal del PIB en 2019-2022 fue de un 8,1%, que se reduce al 0,2% cuando se aplica el deflactor del PIB.

El nuevo PIB de 2022 (1.346.377 millones de euros) muestra que la economía española recuperó en 2022 el nivel anterior al inicio de la pandemia en 2019 y los nuevos datos mejoran la ratio de deuda pública en 1,6 puntos (de 113,2% a 111,6) y en tan sólo una décima el déficit de las cuentas públicas (de 4,8 a 4,7%)

Una cuestión interesante es observar la evolución de la distribución por tipo de renta. Los nuevos datos nominales (tabla 1) señalan la remuneración de asalariados como el capítulo que más crece (+10,8%) respecto a 2019, el año anterior a la pandemia. La tasa de crecimiento del excedente de explotación bruto de las empresas y las rentas mixtas en las que se incluyen los trabajadores autónomos, registran un menor crecimiento (+6,3%) en el periodo, y los impuestos netos sobre la producción y las importaciones acumulan una tasa todavía inferior (3,4%).

Aplicar el deflactor del PIB nos acerca más a lo que ha sucedido en realidad. Así, se reduce la tasa de crecimiento de la remuneración de asalariados (al 2,7%) y convierte en negativa las del excedente bruto de las empresas y de los impuestos netos sobre la producción y las importaciones (-1,5% y -4,5% respectivamente), por tanto, estas dos ´últimas partidas habrían caído en términos reales durante el periodo 2019-2022.

Los datos facilitados por el INE permiten obtener una primera conclusión: la evolución de la remuneración de los asalariados desde el inicio de la pandemia ha sido mejor que la del excedente bruto de explotación y rentas mixtas de empresas y trabajadores autónomos, al igual que la de los impuestos netos sobre la producción y las importaciones.

La mayor tasa de crecimiento comparada permite a la remuneración de asalariados ganar 1,2 puntos de peso en la renta total (de 46,6% a 47,8%) (tabla 2), si bien los sueldos y salarios recibidos directamente por los trabajadores sólo obtienen 0,9 puntos de esa ganancia y las cotizaciones sociales reciben los restantes 0,3 puntos. Es decir, las cotizaciones sociales han absorbido una cuarta parte de la ganancia de la remuneración de asalariados. En sentido contrario, el excedente bruto de explotación y las rentas mixtas (no confundir con beneficios empresariales) pierden 0,7 puntos porcentuales sobre el total de renta y los impuestos netos sobre la producción 0,4 puntos.

Una primera impresión señala a los trabajadores asalariados como los más beneficiados en la distribución de la mayor producción (renta) de la economía española, medida en términos nominales. Los resultados cambian cuando los datos nominales se convierten en reales. Aplicando el deflactor del PIB, la remuneración de asalariados limita su tasa de crecimiento a 2,7 puntos durante el periodo 2019-2022, y la tasa de convierte en negativa (-0,5) si se aplica la tasa media anual del Índice de Precios al Consumo.

La mejora en la remuneración asalariados refleja que en términos agregados los trabajadores han mejorado su posición, pero no implica que su salario promedio haya mejorado, aún menos si se calcula en términos reales, es decir, deduciendo el efecto de los precios.

La renta asignada a la remuneración de los asalariados en Contabilidad Nacional (masa salarial) es el resultado del salario bruto por trabajador (incluidas todas las cotizaciones sociales, la del empleador y la del trabajador) y el número de trabajadores asalariados ocupados.

Las tres fuentes disponibles muestran un importante aumento del número de trabajadores asalariados en el periodo 2019-2022 (de 581,3 a 764,6 miles) (tabla 3), es decir, se ha producido un fuerte aumento del empleo. La opción más coherente para realizar una comparación con información de la masa salarial de la Contabilidad Nacional de España, son los trabajadores a tiempo completo que calcula el propio INE. No obstante, también se han realizado los cálculos también con los asalariados de la Encuesta de Población Activa y el número de afiliaciones de la Seguridad Social, si bien en este caso no se corresponde con número de afiliados. 

Como se puede observar en los gráficos 1 y 2, después de ajustar los datos nominales con el deflactor del PIB (7,9% acumulado), la remuneración por asalariado ha disminuido en el periodo 2019-2022 con los datos de los tres registros en un abanico que va desde el 0,7% (asalariados EPA) a -1,9% (afiliaciones a la Seguridad Social), pasando por 1,6% (asalariados tiempo completo CN). La pérdida del salario por trabajador (sin cuotas sociales) es superior a la de la remuneración por trabajador (entre 0,8% y 2%) y es inferior para las cotizaciones sociales (entre 0,5% y 1,7%) que cayeron menos durante el periodo analizado.

La pérdida real de los asalariados en el periodo 2019-2022 es mayor cuando se utiliza como deflactor la tasa media anual del IPC (11,4% acumulado), mostrando un abanico que oscila entre el 3,9% (asalariados EPA) y 5,1% (afiliaciones a la Seguridad Social) pasando por 4,7% (asalariados tiempo completo CN). La pérdida de salario por trabajador (entre el 3,9% y 5,1%) es superior también en proporción con este método a la sufrida por las cotizaciones sociales por trabajador (entre 3,7% y 4,5%).

Como se puede apreciar el gráfico 3, el mayor crecimiento de la remuneración de los asalariados durante el periodo 2019-2022, que le ha permitido ganar peso respecto al excedente bruto de explotación y las rentas mixtas en la renta total, ha sido compatible con una apreciable mejora en el empleo agregado y con la pérdida real de poder adquisitivo del salario por trabajador en este periodo.

La relación entre salario promedio de los asalariados ocupados y el empleo total de la economía es resultado de muchas variables. No obstante, la disminución del salario real por trabajador en un contexto muy complicado de elevada inflación ha podido ayudar a conseguir las positivas cifras de creación de empleo en este periodo lleno de impactos externos negativos.

La negativa evolución del salario por trabajador a tiempo completo es extensible al salario real por hora trabajada, si bien la reducción es de menor intensidad (-0,7%) después de deflactar con la tasa anual del IPC) por el efecto de la fuerte disminución de las horas de trabajo (del 4,2%, de 1.766,6 a 1.692,9).

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. Ha dirigido el Gabinete Económico de Comisiones Obreras (1990-2011) y colaborado con el Instituto de Estudios Fiscales. Es analista senior en la AIReF y profesor colaborador de economía aplicada en la URJC de Madrid.

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