Hombre subiendo escalera
Foto: Helena Bezecna

Evolución de la afiliación a la Seguridad Social en 2022 y comparación con 2019

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Afiliados por regímenes de cotización y actividades productivas

El año 2022 finaliza con casi 20,3 millones de afiliaciones en alta, 471.359 más que el año anterior. Analizando el último año en su conjunto, el comportamiento de la afiliación ha sido positivo con un crecimiento medio anual del 3,9% (+750.358 afiliaciones), alcanzando el punto más alto de la serie histórica (20,3 millones de afiliaciones en diciembre). La tasa interanual de crecimiento de las afiliaciones se ha ido reduciendo a medida que transcurría el año, desde el 4,2% de enero hasta el 2,4% de diciembre.

El impacto del Covid19 sobre la actividad económica ha sido intenso durante los años 2020 y 2021, pero desigual por periodos. Por este motivo, la comparación con 2019, el último año prepandemia, puede reflejar mejor el comportamiento del mercado laboral durante el año pasado. La evolución entre estos dos años utilizando la afiliación media anual es positiva, con un aumento del +4,3% (+829.849 afiliaciones), si bien el resultado es inferior al que se habría alcanzado de haberse mantenido el ritmo medio de crecimiento del periodo 2013-2019 (20,1 vs 20,7 millones)

En cuanto a la distribución del incremento por regímenes, el grueso de la ganancia corresponde al Régimen General (+850.913) seguido muy de lejos por el RETA (+65.256), mientras que han reducido su afiliación el Régimen Agrario y el de Empleados de Hogar (-57.666 y -26.484). Siendo cierto que las condiciones climatológicas han penalizado la actividad agrícola, también lo es que en estas dos actividades la presencia de contratos con el Salario Mínimo Interprofesional es más intensa.

La mayor parte del incremento de las afiliaciones sobre 2019 se localizan en el sector privado (541.980; 65% del total) aunque la presencia del sector público también es muy significativa (+287.869; 34,7% del total), concentrándose en las comunidades autónomas (+219.771) que absorben el 76,3% del incremento, básicamente en sanidad y educación.

La distribución del aumento de afiliaciones por sectores de actividad sitúa en primer lugar el de actividades sanitarias y servicios sociales (+180.115; 19,6% del total). Destaca también el de educación (+99.811; 10,8% del total) y el de Administración Pública, Defensa y Seguridad Social (+93.740; 10,2% del total). Estos sectores en los que la presencia del sector público es muy elevada absorbieron casi el 40 por ciento del mayor número de afiliaciones en este periodo.

Sorprenden, no obstante, por su dinamismo los sectores de Actividades profesionales, científicas y técnicas (+96.894; 10,5% del total), el de Información y comunicaciones (+105.362; 11,4% del total) y el de Transporte y almacenamiento (+57.803; 6,3% del total. Dentro de los sectores más tradicionales, la construcción muestra también una dinámica positiva (+83.339; 9% del total), mientras que la hostelería (+24.615; 2,7% del total) y el comercio (49.322; 5,4% del total) registran pesos sobre el incremento de afiliación sorprendentemente reducidos dada su gran importancia en la economía española. La industria manufacturera muestra un desempeño modesto, aunque ha elevado el número de afiliaciones (+42.076; 4,6% del total) con respecto a 2019.

Elaboración propia a partir de datos de la Seguridad Social

Afiliaciones por tipo de contratos y duración de la jornada

La reforma laboral en vigor desde principio del año 2022 (RDL 32/2021) prohíbe, salvo condiciones muy excepcionales, la contratación temporal. Su aplicación, por tanto, ha modificado bastante la distribución de las afiliaciones por tipos de contrato.

La comparación de diciembre de 2022 con el mismo mes de 2019 muestra una muy significativa disminución del número de afiliaciones con contrato temporal (-1.913.629; -44,9% de los existentes) y un fuerte aumento de la contratación indefinida (+2.714.415; +29% de la cantidad inicial) incluyendo las transformaciones de contratos y el incremento neto de afiliaciones. El mayor número de nuevos contratos indefinidos se concentra en el apartado de tiempo completo (1.611.099), seguido del contrato indefinido a tiempo parcial (626.399) y el fijo-discontinuo (47.6.916).

Este último tipo de contrato muestra una tendencia al alza a medida que avanza el último año. Su número ha aumentado desde los 266.000 en media del periodo 2005-2019 hasta los 833.647 en alta en diciembre de 2022, un incremento de más de medio millón. A pesar de esta evolución, el contrato fijo-discontinuo suponía tan solo el 7% del stock de contratos indefinidos existente en diciembre de 2022.

A la espera de comprobar su efecto en la cantidad y calidad del empleo, el uso de este contrato sí incide en el registro de parados del SEPE dado que con independencia de su situación laboral (alta o baja en la Seguridad Social según se esté en activo o en espera de llamamiento) nunca se les contabiliza como parados. La metodología de encuadramiento como ocupado en búsqueda de empleo en el periodo de inactividad no se ha modificado, pero el fuerte incremento en el número de personas con este tipo de contrato puede reducir la cantidad de personas registradas como paradas en el SEPE, dado que en la situación anterior en la que se utilizaba profusamente la contratación temporal, se les incluía como desempleados cuando no estaban trabajando.

La nueva distribución por tipos de contrato de las afiliaciones en el Régimen General de Asalariados refleja una disminución de 13,8 puntos porcentuales en el peso de los contratos temporales (de 28,6% a 14,8% del total) y un incremento de 13,5 puntos porcentuales en el de los contratos indefinidos (de 62,8% a 76,3% del total). Los contratos indefinidos a tiempo completo han ganado 7,3 puntos porcentuales (de 49,2 a 56,5% del total), los indefinidos a tiempo parcial 3,3 puntos (de 11,2 a 14,5% del total) y los fijos-discontinuos 2,9 puntos (de 2,4 a 5,3% del total). Los contratos de formación y prácticas y los recogidos en capítulo de otros completan la tipología de contratos (con pesos del 0,7% y 8,2% respectivamente en diciembre de 2022).

Las modificaciones normativas introducidas no han incidido en la distribución de la contratación por duración de la jornada, que se mantiene en 2022 prácticamente igual a la existente en 2019: disminuye muy ligeramente la contratación a tiempo completo (67,2% vs 68,4%) y también la de tiempo parcial (24% vs 24,3%), aumentando el capítulo de otros (8,1% vs 7,4%).

Conclusiones

Los datos de afiliaciones en 2022 muestran una evolución favorable, si bien se observa una tendencia hacia la desaceleración de la creación de empleo en la segunda parte del ejercicio.

Comparando 2022 con el año anterior a la pandemia (2019), se observa un incremento de la afiliación en el sector privado que se ha concentrado en sectores de alta cualificación mientras que otros tradicionalmente dominantes, como la hostelería y el comercio han mostrado sólo un crecimiento discreto. Este patrón podría ser el resultado de efectos generados por la propia pandemia, incluyendo laexpansión de servicios telemáticos y del comercio no presencial. También es factible que la pandemia haya hecho aflorar una parte de la economía sumergida como consecuencia del fuerte aumento en el uso de tarjetas y la percepción de la necesidad de disponer de contratos laborales para acceder a las prestaciones sociales.

Se necesita más tiempo para realizar una valoración fiable sobre el impacto de la reforma laboral en la contratación y el empleo agregados. Dado que es complicado que en tan poco tiempo se haya producido un cambio estructural del tejido productivo español, es necesario analizar con detalle el grado de rotación de los contratos indefinidos y el número de contratos firmados por cada afiliado, para comprobar el grado de temporalidad real del mercado laboral. También es necesario observar la evolución del empleo agregado en un momento bajo del ciclo para conocer la influencia de la reforma y de los importantes incrementos del Salario Mínimo Interprofesional.

El fuerte aumento de los contratos fijos-discontinuos hace necesaria una adecuación de la información facilitada por el SEPE para medir adecuadamente el paro registrado, diferenciando a los afiliados con contrato fijo-discontinuo que están inactivos, es decir, a la espera de ser llamados y ser dados de alta en la Seguridad Social.

Sería también de gran ayuda para analizar el mercado laboral disponer de una serie mensual que diferencie el número de afiliaciones del número de afiliados a la Seguridad Social, para así conocer las personas que mantienen más de una relación laboral en cada momento (pluriempleo o pluriactividad).

Foto: Helena Bezecna

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales. Ha dirigido el Gabinete Económico de Comisiones Obreras (1990-2011) y colaborado con el Instituto de Estudios Fiscales. Es analista senior en la AIReF y profesor colaborador de economía aplicada en la URJC de Madrid.

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