Envejecimiento y Jubilación

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Como el resto de los países industrializados, España se enfrenta al reto que supone el envejecimiento de la población. Este proceso, que será particularmente intenso en nuestro país, hace que sea necesario y urgente adaptar nuestros sistemas de jubilación y de pensiones a la nueva realidad demográfica.

Esta entrada resume un trabajo de José Ignacio Conde-Ruiz (Fedea y UCM) y Sergi Jiménez-Martin (UPF y Fedea) publicado recientemente por Fedea como parte de su serie Food for Thought: Aportaciones al debate sobre  políticas públicas. En él se resumen nuestras principales aportaciones al debate sobre cómo habría que adaptar la jubilación a un nuevo escenario demográfico en el que la creciente longevidad incrementa el gasto en pensiones, pero también el potencial productivo del país. Para aprovechar de forma eficiente las nuevas posibilidades que se abren, será necesario adoptar reformas tanto en el ámbito laboral como en el de la seguridad social.

El actual sistema de jubilación español es ineficiente por dos motivos. Primero, por su carácter drástico, sin apenas fórmulas de transición gradual entre la etapa de trabajo retribuido y la de pensionista. Y segundo, porque, por regla general, la percepción de una pensión es incompatible con el trabajo retribuido. Existen algunas excepciones a esta regla general de incompatibilidad (la jubilación activa, la jubilación parcial, la flexible y la compatible con trabajo autónomo) pero todas ellas tienen grandes desincentivos que hacen que apenas sean utilizadas.

Buscando mejorar el aprovechamiento del talento senior, en la última reforma de pensiones se ha optado por incentivar tímidamente la demora voluntaria de la jubilación, pero se ha avanzado poco en otras posibilidades que permiten la compatibilización entre la pensión y el trabajo remunerado siguiendo la tendencia de la mayoría de los países de nuestro entorno.

El documento propone retomar esta vía para convertir la jubilación en un proceso flexible, gradual si así se desea, y plenamente compatible con el trabajo remunerado. Con este fin, se crearía un nuevo contrato laboral que permitiría que las personas que lo deseen puedan prolongar su actividad más allá de la edad legal de jubilación, trabajando a tiempo completo o parcial, en la misma o distinta empresa, por cuenta ajena o propia, sin topes máximos de retribución. Puesto que este contrato se aplicaría a gente que tiene ya la seguridad de su pensión pública, debería tener un régimen extintivo especial, sin costes indemnizatorios para la empresa contratante. Se podría establecer un periodo de tiempo mínimo de preaviso al trabajador y a la empresa, para romper libremente la relación contractual en caso de desistimiento de cualquiera de las partes

Referencias

Conde Ruiz, J. I. y S. Jiménez (2024). “Envejecimiento y Jubilación” FEDEA, Policy Papers no. 2024-07, Madrid. 

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