La sobrexposición de expertos, periodistas, tertulianos, o políticos opinando sobre la pandemia genera en ocasiones mensajes contradictorios o confusos. Nuestro objetivo en este estudio es dar respuesta, con el apoyo de los datos oficiales y utilizando supuestos prudentes, a cuestiones relevantes y que aparecen recurrentemente en el debate público: ¿Cómo ha evolucionado en el tiempo la presión hospitalaria y sobre las UCIs? ¿Ha ido cambiando la letalidad del virus? ¿Y la duración de las estancias hospitalarias? ¿Qué imagen tendrían las olas de contagios, si supusiéramos la misma probabilidad a lo largo del tiempo de que un contagiado desarrollara enfermedad grave? ¿Qué sobresfuerzo está suponiendo la sexta ola en la atención primaria? ¿Cuántos contagios, hospitalizaciones y fallecimientos ha ahorrado la vacunación? ¿Qué coste en términos de hospitalizaciones y defunciones están imponiendo los antivacunas durante la sexta ola? ¿Cómo de diferente sería un escenario de vacunación generalizada contra la Covid con respecto a una temporada de gripe estándar?
Nuestras repuestas a las preguntas anteriores son las siguientes:
1. Existe una clara tendencia decreciente en la presión sobre las camas hospitalarias en planta y en UCIs.
2. La letalidad del virus se ha reducido drásticamente durante 2021.
3. Condicionado a ingresar en un hospital (en planta o en UCI) no existe un claro cambio de tendencia en la duración de las hospitalizaciones.
4. La capacidad del virus de terminar generando complicaciones graves ha ido cayendo en el tiempo, por lo que, si corrigiéramos los contagios por este hecho, en la sexta ola a finales de diciembre de 2021 habríamos estado por debajo del pico de la tercera ola de principios de 2021.
5. Para mantener la carga de trabajo del personal de atención primaria a niveles pre-pandemia, desde el inicio de la sexta ola y hasta el 14 de enero de 2022, habría tenido que aumentarse en más de 2 empleados de media la dotación de cada centro de atención primaria en España. En este periodo también habría aumentado en más de un 36% la carga agregada de trabajo de la categoría de “Otros profesionales”, donde incluimos a los recepcionistas/telefonistas, pero también a los técnicos de laboratorio. La carga agregada de trabajo de los médicos habría aumentado alrededor del 24%, de los que aproximadamente 6 puntos porcentuales se deben a la gestión de bajas y altas médicas. En el caso de los enfermeros, el aumento en la carga de trabajo habría sido del 19%. Consideramos estas estimaciones un límite superior.
6. El impacto positivo de la vacunación sobre los indicadores sanitarios ha sido extraordinario. Por ejemplo, la no disponibilidad de vacunas habría aumentado las muertes por Covid un 571 por cien con respecto a las observadas, aunque los menores de 60 años sólo sufrirían el 2,1 por cien del aumento total, mientras que los mayores de 80 años hubieran sido los principales damnificados. Además, el beneficio en términos relativos de la vacunación aumenta con la gravedad del indicador, mayor para las defunciones e ingresos en UCIs y menor para los contagios y las hospitalizaciones.
7. La población reticente a vacunarse es responsable de aumentar un 44% las hospitalizaciones en la sexta ola (un 79% para el grupo entre 30 y 59 años), un 78% los ingresos en UCI (143% para el grupo entre 30 y 59 años), y un 32% las defunciones (53% en el grupo de edad entre 30 y 59 años).
8. Bajo el supuesto de que toda la población hubiera estado vacunada de la Covid desde la primera semana de abril, la incidencia de la enfermedad en términos de hospitalizaciones y defunciones durante 2021 habría estado por encima de una temporada de gripe con actividad baja, pero en la línea de una temporada de gripe con actividad moderada/alta.
Si, como parece, estamos condenados a que en el futuro el virus Covid-19 no desaparezca, sino que tenga un carácter estacional recurrente, ¿qué propuestas se pueden hacer para que el impacto económico-sanitario del Covid-19 se reduzca cuando surjan nuevas oleadas del virus?
- A) Las autoridades sanitarias deberían elaborar planes de contingencia para reforzar eficientemente el sistema de atención primaria, el sistema hospitalario y la atención de cuidados intensivos. En este sentido, es primordial evaluar correctamente los incrementos de carga de trabajo que ocurren en situaciones de estrés pandémico, para que los refuerzos de personal que se habiliten permitan no tener que renunciar a la atención a otras patologías. En tales situaciones, el personal sanitario debería poder ser trasladado transitoriamente de sus puestos de trabajo habituales a otros en los que exista saturación.
- B) Parece sensato intensificar los incentivos de todo tipo para que se vacunen los que no lo han hecho hasta el momento. Sin necesidad de coartar la libertad individual, habría que exigir pasaportes sanitarios (o pruebas diarias) para acceder a todo tipo de eventos públicos y privados en espacios cerrados o en eventos de masas en espacios abiertos. La idea es que las personas no vacunadas tengan más difícil el acceso a actividades de ocio y esparcimiento para incentivar su vacunación, dado el coste social que generan.
- C) Se deberían establecer procedimientos rápidos y eficientes para realizar pruebas de antígenos y/o PCRs. El colapso de la atención primaria tiene que ver con actos médicos poco complicados técnicamente y poco exigentes en tiempo, como son la realización de tests diagnósticos, o la concesión de bajas y altas médicas. En grandes ciudades, se pueden habilitar puntos de realización de tests fuera de los centros de atención primaria (al modo de los vacunódromos). Los resultados podrían comunicarse a la administración que ha de cursar las bajas, estableciendo procedimientos ágiles de gestión.
- D) Se debería reforzar la coordinación y la cooperación con el sector privado. La sanidad privada puede ayudar en la gestión de la crisis mediante el establecimiento de conciertos y acuerdos que permitan derivar pacientes, pruebas, hospitalizaciones o estancias en UCI, contribuyendo así a mitigar la presión sobre la sanidad pública.
Documento completo
Boscá, J. E., J. Cano y J. Ferri (2022). “Covid-19 en España durante 2021.” FEDEA, Documento de Trabajo no. 2022-01. Madrid.